Parece que mi informalidad me lleva a no cumplir con el trato -que he hecho conmigo mismo- puntualmente. Lo hago, pero con retraso. No sé qué conclusión sacar de ello. Por lo pronto es que no me apetece mucho hablar de mi mismo. O por lo menos no me apetece hablar de mi mismo conmigo. Necesito un publico sobre el que proyectar una imagen. Una imagen que me haga más querible de lo que me quiero que es nada. Estoy seguro que alguien me ha visto el plumero pero no me lo manifiesta. Posiblemente porque le importo un pito. Porque no le gusto. Y eso todavía se me hace muy duro de digerir.
lunes, diciembre 30, 2019
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