Estoy seco. No tengo ideas. No se que decir.
Me doy cuenta que esto, que pretendía ser una reflexión personal, se está convirtiendo en una impostación. Más que nada porque pienso que alguien lo puede leer y necesito quedar bien con ese alguien. Pero nadie lo lee por lo que todo se reduce a una serie de postureos delante de un espejo. O la versión más moderna: seffies.
Y eso no me sirve.
Al contrario, me da más trabajo.
Y yo soy perezoso… de serie.
Se cuenta que para Miguel Ángel la escultura estaba en el interior del bloque. Sólo había que sacar aquello que sobra. Lo que no se cuenta es que has de verla y que si te equivocas en la visión y ves una escultura que no le corresponde al bloque, lo más probable es que arruines un bloque de mármol.
Con los seres humanos ocurre algo parecido. La persona ya está cuando nace. La educación equivale a quitar lo que sobra para que esa escultura sea una obra maestra.
Pero hay un problema: tenemos sentimientos, deseos, que pueden contradecir aquello para lo que hemos sido predestinados.
¡Y ahí está el drama!
También lo llaman vida...
Ha muerto la Sardá.
La conocí en su camerino después de una Madre Coraje inolvidable (aunque ya la tengo un poco desvanecida) donde no me hizo mucho caso. Para mi era un momento excepcional, lleno de emoción me había proporcionado tantos buenos momentos sin saberlo…
El hecho es que lamento su desaparición…
Hay cosas que no deberían ser lagrimas en la lluvia.
El verde es el color de la esperanza, que renace de la muerte, con su frescura y su belleza devuelve la vida a la naturaleza y a los hombr...
