Sigo sin tener nada que decir. Prefiero seguir en silencio. Incluso tengo ganas de abandonar. Me aferro a cualquier escusa para no hacer esto. Y lo voy dejando. Por eso llega el retraso. Es como el piano. Quiero hacerlo pero no me pongo. ¿Miedo al fracaso? Posiblemente. Prefiero pecar de perezoso que herir mi vanidad y no poderme permitir la soberbia. Pero entonces ¿porque pretendo seguir con esto? ¿Qué sentido tiene? ¿Por qué lo hago? Creo que podría aclarar mis ideas. Pero ¿me hace falta? Una voz me dice , me chilla, que sí. Y otra dice que si he nadado aceptablemente en medio de esta tormenta hasta ahora puedo seguir así sin problema. No sé si va a servir o no, pero el hecho de no dejarlo me será útil. Simplemente.
domingo, octubre 06, 2019
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
VERDE
El verde es el color de la esperanza, que renace de la muerte, con su frescura y su belleza devuelve la vida a la naturaleza y a los hombr...
-
¡Hay gente para todo! ¡Regalarse cuentas viejas de restaurantes! Doña Luisa sólo había ido dos veces a un restaurante ¡y una fue una boda! L...
-
Estoy triste porque mi mundo se me acaba. Me queda poco. Y no puedo economizar porque se gasta igual. Me lo he bebido. Me lo he vivido. Me l...
-
No tengo ganas de decir nada porque no tengo nada que decir o porque no quiero decir nada porque me da miedo hablar o me da pereza complica...
No hay comentarios:
Publicar un comentario