La mente cansada, un barco sin viento, en un estado de letargo y apatía, el cerebro, un libro cerrado, y no sabe cómo salir de esta tristeza.
Es una lucha interna, una batalla, tal vez una mezcla de oscuridad y luz, un sentir objetivo y subjetivo, que nos deja en un estado de desesperanza.
Pero no pierdas la esperanza, mi amigo, busca ayuda en el sol y en la brisa, y encontrarás la fuerza para seguir.
Y así, como un árbol que vuelve a florecer, volverás a vivir con alegría y pronto, tu mente y cuerpo sanarán y volverán a la vida.
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