Cuando me pongo aquí delante nunca me acuerdo de lo que podría hablar. Durante la semana me vienen ideas que vuelven una vez he colgado esto. Pero cuando las estoy escribiendo se van. No se a donde. A lo mejor es que no quieren nacer al mundo y prefieren quedarse en el claustro materno de mi mente. No quieren ser. O a lo mejor soy yo quien no quiere que nazcan. Una vez fuera ya no son mías. Y lucen por si mismas. Y lo que para mi era deslumbrante no es más que una mediocridad que provoca alipori. No voy a forzarme a recordar nada. Ni siquiera voy a intentar decir algo inteligente. Y que surja lo que Dios quiera. O mi inconsciente que para el caso es lo mismo.
viernes, mayo 22, 2020
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