Diez días de confinamiento y yo sin enterarme. La gente con la que hablo, virtualmente se entiende, está que trina. Con unas ganas enormes de salir con cualquier escusa. Yo, sin embargo, me paso el día en casa y se hace de noche y no me he enterado. Lo único malo que tiene el confinamiento es que todos los días son iguales y eso al cabo de un rato hace que todos los días sean el mismo. Y, al final, ha pasado el tiempo y no me he enterado. Y no tengo recuerdos que me ayuden a tener la sensación de haber vivido mucho tiempo. Sólo la sensación de un día.
lunes, marzo 23, 2020
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